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martes, septiembre 20, 2005

Domesticación Humana (1ª PARTE)



Desde que uno nace le enseñan a pensar, qué se puede pensar y qué se puede hacer.
El colegio, la religión, la sociedad le dice a uno que puede o no puede hacer. No matarás, no mentirás, etc., son algunas de las cosas que nos enseñan en el transcurso de nuestras vidas. Con el tiempo uno no se da cuenta cuando ya tiene los filtros mentales establecidos, y automáticamente piensa en base a ellos.
A los 16 años decidí que dejaría de domesticarme, y empecé a responderme con el “¿por qué no?...”
Todos los seres humanos tenemos una bestia interior que a medida que vamos creciendo la vamos domesticando con la educación y la religión, mientras más domesticada la tenemos, más aceptados somos en la sociedad. La bestia interior es educada y gracias a ello nos mantenemos como sociedad, pero al domesticarla, disminuye y/o pierde facultades.
Una bestia absolutamente domesticada, es aquella que es incapaz de actuar frente a situaciones límites, ya que en vez de usar el instinto, se enfrasca en pensar en vez de actuar.
La conciencia es el amo, que dice a la bestia qué puede o no puede hacer. Para aquellos que ya tienen a su bestia completamente domesticada, esta está en completo letargo, no es, no se manifiesta en lo absoluto.
Desde que decidí dejar de “domesticar” a mi bestia y devolverla a su estado natural, mi bestia ya no está domesticada, sino controlada…
Después de meditar mucho al respecto, encontré que no era bueno domesticar a la bestia humana, que gracias a ella habíamos llegado ha sobrevivir hasta lo que ahora somos, y que si llegábamos a domesticar a la bestia por completo en el proceso de la evolución, perderíamos lo que nos hace únicos como raza, el hecho de poder conjugar el pensar y actuar con respecto a nuestros instintos. La perfección de la raza humana carecería de instintos, ya que los instintos son animales y eso sería considerado una falla, una anomalía.
Esta razón me llevó a estar en completo desacuerdo con la “domesticación”…
Comencé por empezar a preguntarme y responderme los “¿por qué no?” con respecto a todo lo que había aprehendido… ¿por qué no puedo matar?, ¿Por qué debo creer en la religión?, ¿por qué tengo que hacer todo lo que me dicen?, ¿por qué debo tener miedo de decir lo que siento o pienso?...Así que dejé de tener miedo y empecé a responderme las preguntas…
Después de responderme muchas preguntas y de empezar a liberar a mi bestia, llegué a la conclusión que era mucho más fácil domesticar a una bestia, que tenerla controlada. El controlar a la bestia conlleva muchas más responsabilidades que el domesticarla, ya que el ser domesticado obedece, pero al tener a la bestia controlada, yo tengo que establecer los límites de esta y tener la posibilidad de elegir dejarla actuar o mantenerla controlada, responde a la capacidad de responsabilidad que tenga con respecto a ella.
Una de las preguntas más difíciles de responderme fue la de matar…”¿por qué no puedo matar?...porque puedo, pero no debo, entonces ¿por qué no debo?...” ; me demoré alrededor de 4 años en respondérmela. Después de ver todas las variables y posibilidades, llegué a la situación de tener que responderme: “¿mataría si mi vida estuviera en peligro?...”, y llegué a la conclusión que sí. Estuve mucho tiempo enfrascada en esta pregunta, y eso era porque pensaba en el otro ser. Tenía el poder para matar, pero tenía miedo de matar y no lograba dormir bien; pero después de perder el miedo, pude encontrar la paz aunque suene sombrío.
Debo decir, que el no tener domesticada a la bestia me ha dado varias ventajas, como el tener una capacidad de reacción 10 veces más rápida que antes, tanto que yo todavía me asombro. Además de que mejoraron mis sentidos, tanto la vista como el oído y otros que no están considerados paradigmáticamente.
Después de decidir que si mi vida corría peligro sería capaz de matar para protegerme; decidí que soltaría a la bestia para que actuara a voluntad en caso de que mi vida corriera peligro.
En Valpo. un día de semana a las 10 de la noche iba subiendo el cerro para llegar a la casa. Por un momento me detuve para descansar, y justo en ese momento, un tipo viene por mi espalda y trata de arrebatarme la mochila. El tipo de al menos 80 kilos empieza a tironear el bolso, ya que yo tenía uno de los arciales en la mano. Empezamos a forcejear y yo entre tanto le digo con tono de voz normal que suelte la mochila, hasta que me acordé que siempre dicen que hay que gritar si lo están asaltando para poder llamar la atención. Así que decidí gritar, pero como yo no tengo la voz aguda y con el susto pudiera que no me saliera la voz, por lo que me asustaría más, decidí gritar fuerte y grave: “¡SUELTA LA MOCHILA!!!...”, y en ese momento se me bajó el switch …Se había liberado mi bestia interior….
Mis recuerdos con respecto a este incidente son borrosos, y lo que recuerdo es como si hubiera estado dentro de algo viendo lo que pasaba sin tener participación en ello. Recuerdo que después de pegar un tirón y quedarme con la mochila, empecé a encararlo, le grite algo y traté de golpearlo. El tipo empezó a huir y yo salí corriendo detrás de él, y recuerdo que el tipo se resbaló y cayó, pero mientras confusa y rápidamente se levantaba me miro despavorido y siguió corriendo como si hubiera visto al diablo, en ese momento volví en mí… Lo que me despertó, fue ver la cara de susto del tipo al mirarme y la forma despavorida en que se levanto y siguió corriendo después que se cayó. Me impresioné por el hecho de que, ¿qué fue lo que vio que lo asustó tanto?!!!, ¿Qué cara debía tener yo para poder asustarlo de esa manera?!!!...
Después de pensar que el tipo con un solo combo pudo haberme noqueado, robado y hecho cualquier cosa, me dejó pensando.
Con el tiempo mi bestia se fue presentando más seguido, cuando estoy agotada y tengo que seguir haciendo las cosas, mi conciencia se debilita y aparece mi bestia que me permite hacer las cosas, pero con 0 control intelectual. Cada vez se me fue dificultando más mantenerla controlada. Si pasaba mucho tiempo sin dejarla actuar, se acumulaba toda la energía y escapaba por donde pudiese. Hasta que encontré la forma de mantenerla tranquila…la música, fue la forma de dejarla libre con plena voluntad consciente, es a través por donde se canalizan sus energías, sin tener que dejarla actuar sólo cuando se bajara el switch.
A pesar de las dificultades que tuve por algún tiempo, me gusta ser más animal, más instinto, pura pasión;
seguía pensando que no era bueno la “Domesticación Humana”...

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4Postée... no sea flojo!!!:

  • tienes suerte de estar viva.

    By Anonymous Anónimo, at 6 de octubre de 2011, 7:46 a. m.  

  • Tengo mucha suerte!!!, pero existe un equilibrio...

    By Blogger Intro, at 20 de noviembre de 2011, 1:34 a. m.  

  • agradesco la existensia dela vuenamusica es lo mejor k pude abrer encon trado en mi vida y espero poder ebolusionar como lamakina perfecta
    k kiere ser para poder curar muchas enfermedades grasias a grandes cono simientos te cno lojicos amo alas makinas sin eyas no soy nada amen

    By Anonymous Anónimo, at 28 de abril de 2012, 11:56 p. m.  

  • Es muy interesante lo que planteas como instinto de supervivencia y comprendo que en tu caso estaría justificado como método de defensa personal. No obstante creo que muchas personas utilizan el instinto como justificación a actos de violencia o agresion donde se maneja un problema de control de la ira , o de no control, es decir cualquier exceso de instinto o de razón puede ser malo, pero hay que ver si es por lavarse las manos del pensamiento o ser actuar irracionalmente y después querer ponerle el mote de instinto, en ese caso es cuestión de derechos.
    Creo que la libertad de uno termina donde empieza la del otro , y por más que tengamos un lado animal creo que debemos tratar de ser más humanos. En la compasión. En el altruismo , en la creación.

    Gracias por dejarme postear

    By Blogger Unknown, at 3 de septiembre de 2016, 4:54 p. m.  

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