¡JODIDA!, PERO OPTIMISTA!!!

Cuando uno se encuentra con alguien que no ha visto por un tiempo, siempre te preguntan: “¿Como estás???...”; y por cortesía y/o costumbre uno termina contestando: “Bien...”. Ese “bien” va ha variar dependiendo de cómo se encuentre uno.
Por lo general cuando se encuentra en la media entre la felicidad y la infelicidad (80% del tiempo), uno responde “bien” sin signos de exclamación y con un dejo de: “(sobreviviendo...)”, tirando de inmediato la pelota al otro con un: “¿y tú???...”. Uno podría responder la verdad contando que me ha ido bien es esto y mal en aquello, pero dar la lata al otro que quizás sólo por cortesía preguntó, uno termina promediando con un “bien”. ¡Sí!, es cierto... no faltan los desgraciados que responden: “¡Excelente!!!”, pero esos bichos raros no vienen al caso...
Cuando uno está mal y le preguntan: “¿Como estás???...”, uno puede responder “MAL” y dar la lata, pero (personalmente) para no fastidiar con mis quejas al que se le ocurría preguntar, terminaba respondiendo “bien”. Cada vez que respondía “bien” y en realidad no lo estaba, me sentía mal por estar mintiendo, pero como ya mencioné antes, prefería responder “bien” a “mal” por la consecuencia de la respuesta.
La respuesta “bien” es corta, satisface las expectativas y no es necesaria de explanar, se amolda para varias situaciones ya que por consenso social abarca un sentir general de sobrevivencia, pero no para el caso en que uno esté muy mal, pero con esperanzas en el futuro.
Después de pasar hace una semana atrás, un día funesto por la mañana y genial por la tarde, me encontré con alguien que no veía hacía tiempo y que me pregunto: ”¿Cómo estás???...”, por lo que dada la situación en la que me encontraba, y dado que el “bien” no se moldeaba a mi situación, terminé respondiendo: ”¡JODIDA!, pero optimista!!!...Es corta, satisface las expectativas y no es necesaria de explanar.