Cuando vi en las noticias que habían encontrado gran cantidad de correspondencia tirada en una quebrada, dije: “ya se a donde fueron a dar mis cartas...”.
Desde que dejé a mis amigos por traslado de ciudad, decidí escribir cartas a mano en vez de e-mails. Esto se debe a que considero muy impersonales los e-mails, ya que lo que uno escribe no son más que un conjunto de símbolos binarios, y es absolutamente reproducible. En cambio una carta que es escrita por la persona de su puño y letra, es imposible crear una carta igual a la original, ya que la original no sólo lleva la tinta del lápiz que se utilizó para escribirla, sino que también parte de la persona que la escribió, por ejemplo sus huellas digitales. Pero más que eso, es algo tangible, palpable. Por lo que al final el e-mail lo utilizo solamente para avisar que he enviado una carta por correo convencional.
Han pasado 7 años desde que comencé a escribir cartas, y de las que he enviado en todo este período se “han” perdido 17. Al principio, en los primeros años me daba lata, pero con el tiempo me empezó a emputecer que cartas que me demoraba en escribir alrededor de 1 mes y hasta 3, se “perdieran”.
La primera vez que fui a reclamar (aunque antes ya se habían perdido otras cartas) fue el año 2001. Había escrito 15 hojas por ambas caras y me había demorado mes y medio en escribirla, y cuando recibí un mail después que había pasado un tiempo prudente en que no llegó la carta, me emputeció que tuviera que escribir todo de nuevo y todo el tiempo que perdería en escribirla, reclamé en Correos, pero me dijeron que ellos no se hacían responsables, ya que no era certificada, es decir que no se hacían responsables por ningún envío que no fuera certificado ni encomienda, es decir ni la carta corriente (la más barata) ni la prioritaria; así que del Correo me fui directo al Sernac. Cuando me atendió un joven, muy amablemente me dijo que no podía hacer nada sin boleta, y el correo no daba boleta por el envío ($120 en esa época) ya que era menor de lo que el SII exigía como mínimo para emitir boleta. Además, por pertener el Correo a la Super Intendencia de Transportes y Telecomunicaciones, el reclamo tenía que realizarlo en esa institución. Sin poder haber hecho nada, me fui emputecida con el MALDITO “CORREOS DE CHILE”.
A pesar de que en los 2 años siguientes siguieron “perdiéndose” cartas seguí escribiendo, ya que no iba a dejar de hacer algo por una manga de wueo-es. El 2004 viviendo en Stgo. envié una carta que me demoré 6 meses en escribirla, de 24 hojas escritas por ambos lados en la que contaba cosas muy importantes para mi, ¿adivinen!!!...sí se “PERDIÓ”. Fue tanta la rabia que me fui directo al correo central en Plaza de Armas y reclamé a una de las personas que me pelotearon, por que sí, me mandaron de una persona a otra, hasta que al final hable con no se quién de un cargo más alto que me dijo exactamente lo mismo que todos los subalternos. Por lo que después de esperar tranquilamente a que el sujeto terminara de hablar, le solicité que me indicara si sabía donde quedaba la Super Intendencia de Transportes y Telecomunicaciones, al decirme dudosamente que no, me di media vuelta y me fui a la Plaza donde le pregunte a un carabinero. Me fui a la S.I. de Trans. y Telecom. y consulté a la recepcionista por si ahí tenía que hacer el reclamo en esa situación (para no mamarme una cola de alrededor de 100 personas que estaban ahí para realizar reclamos y llegar a la caja y que me dijeran: “no aquí no atendemos eso...”), y me dijo casi exactamente lo que me había dicho tres años antes el joven del Sernac de Valpo.
Después de pasar varios años escribiendo y llegar a tener una lista de las fechas de las cartas enviadas y a las personas que las envié, pude encontrar un patrón de “pérdidas”, y al comparar eso con el hecho de que en todo el tiempo en que estuve viviendo en Valpo. me llegaron todas, absolutamente todas las cartas, llegué a la conclusión de que las cartas (en un 99% de los casos) se pierden al llegar al último eslabón de la cadena, que es el cartero.
La mayoría de las cartas que no llegaron fueron mayoritariamente a una persona, por lo que el responsable de ello era el cartero. Si yo hubiera estado en Antofagasta o si hubiera tenido la plata para ir a Antofa, me hubiera dado el tiempo de esperar al cartero y le hubiera caído a combos, le hubiera quitado todas las ganas de seguir robando correspondencia ajena y ganas de seguir siendo cartero. Además de entablar una demanda judicial (anterior a la paliza).
En conclusión, después de ser usuaria frecuente de la Empresa Correos de Chile, puedo decir:
Las cartas de menor costo la Normal, si se pierden no hay reposición. Además de demorarse como mínimo 2 semanas en llegar a destino.
Las cartas que sigue a la de menor costo es la Prioritaria, que si se pierde tampoco tiene reposición. Se supone que demora “a más tardar” una semana en llegar, pero en realidad se demora exactamente lo mismo que una Normal.
De ahí están las Certificadas que son absolutamente más confiables, pero a mucho mayor costo. Es decir si uno quiere estar 99% seguro de que llegue la carta, tiene que ser Certificada.
Y al final, unas sugerencias:
Acordarse siempre de pedir boleta, y cruzar los dedos para que el cartero que le toque entregar la carta no sea de los que se las roban y/o pierden.
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