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miércoles, noviembre 15, 2006

"Yo Jane, tu Tarzán"



Ayer mientras me acercaba a un teléfono público, de reojo veo a un “gringo” (tengo vista de águila para estos especimenes) conversando con alguien.

Ya en la cabina marco el nº, y mientras suena el tono aprovecho de mirar a ver si veo nuevamente al “gringo” para recrear un rato la vista. Lo veo y está en una cabina telefónica que está frente a la mía.

En eso me contestan y me pongo a conversar. Al rato me doy cuenta que ahora el “gringo” está en la cabina posterior a la que yo estoy (cabina de tres teléfonos). Trato de mantener la atención en la conversación del teléfono, mientras me fijo en lo que hace el “gringo” por su sombra en el piso.

Escucho las monedas pasar y como cuelga a cada rato, por lo que pensé que el teléfono estaba malo, así que apenas terminé de hablar me cambié a la cabina de al lado para que él pudiera hablar en el teléfono que estaba ocupando yo, pensando que si me había escuchado hablar en ese teléfono significaba que estaba bueno y que lo ocuparía, pero apenas me cambié de cabina, se fue a otro teléfono que está cruzando la calle, (en esa esquina – Bellavista con Salvador Donoso, Valpo.- hay dispersas varias cabinas telefónicas).

Ahí me puse a pensar que quizás los teléfonos no estaban malos, si no que él no sabía usar estos teléfonos, por lo que decidí que lo iba a ayudar (que buena samaritana soy!!! JAJAJA).

Termino de guardar la agenda, cuando miro y no veo al “gringo”, miro por todas partes y se había esfumado, así que me digo: “bueno, será…”. Me pongo en marcha y justo cuando voy pasando la cabina telefónica que estaba frente a la que yo estaba se cruza el “gringo”, y me mira como: “tú ?!”, por lo que bajé la marcha y me detuve a unos pasos en un kiosco a “leer” las portadas de los diarios, que ya había leído en la mañana.

“Leía” las portadas y ojeaba al “gringo”, que también me miraba (no por mi flamante facha de top model) si no que era, como que cachaba que yo quería ayudarlo, pero él tampoco se atrevía a pedirme ayuda.

Después de memorizarme las portadas de 3 diarios, veo que el “gringo” se va nuevamente a la cabina de 3 teléfonos, entonces me dije: “¡ahora o nunca!”, así que caminé rápidamente hacia la cabina buscando monedas en el bolsillo para llamar (teatro!, sólo necesitaba la disculpa de ocupar el teléfono), me acerco a él y le pregunto si necesita ayuda para llamar por teléfono, entonces el me hace señas con las manos de que no habla español. (Sí, lo sé, los gringos hablan inglés, pero en Valpo. hay muchos extranjeros en su mayoría estudiantes de intercambio, que hablan perfecto español).Entonces le pregunto en inglés si necesita mi ayuda, por lo que él me sonríe y me dice que si, porque no logra comunicarse a determinado nº, (OK!, él no “me” sonrió)…

A todo esto, mi idea no era contar todo lo anterior, pero ya lo escribí así que filo…

Y ahí recién me fijé en su bella sonrisa y en sus ojos. Al principio sólo vi al típico “gringo” alto y rubio, nada de otro mundo, pero cuando me son…(y dale con que “me” sonrió!), es que se me olvidó el inglés…y el español!!!, le entendía todo lo que decía, pero de mi boca lo único que salía era: “BDDD y BDRTSZBBSD!!!”. Cuando estudié inglés recuerdo que siempre decían: “para hablar Inglés, hay que pensar en Inglés…”, pero nunca me enseñaron que hacer para cuando mi cerebro pensara en BDSRTZZ!.

En resumen, mi inglés se fue a las pailas y los 5 primeros minutos hablé con inglés escolar, onda: “Yo Jane, tu Tarzán”, hasta que recuperé la consciencia y pude comunicarme como ser Humano.

Después de pasar esos patéticos 5 minutos pude conversar con él y supe que no era “gringo” si no que australiano. Que venía de Melbourne, que estaba de vacaciones mochileando por Sudamérica y que esa bella sonrisa se llama John.

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jueves, noviembre 02, 2006

Un año más...


Recuerdo que mientras caminaba hacia la entrada de la casa central de la UCV, pensaba: “Le avisé a la Je-Jé y al Eric (hace 2 días), además es viernes, así que puede que estén la Je-Jé, el Isaías y el Eric si se acuerda. Bueno, si no está ni el Eric ni el Isaías me voy con la Je-Jé a tomar una chela a ‘La Hora de…’; y si no está ninguno por la hora que es (7:20pm), me voy a una cafeta y me regalo un café con algún pastel...". Mientras caminaba, me iba haciendo más a la idea de que no me iba a encontrar a nadie y que tendría que irme a una cafetería a celebrarme a mi misma.
Cuando llego a la Sala de Estudio, grande fue mi sorpresa al ver que estaban TODOS, era algo que realmente no me esperaba, por primera vez me sentí conmovida en lo más profundo de mi ser.
A pasado el tiempo y nunca agradecí el gesto que tuvieron de acompañarme a celebrar mi cumpleaños, así que ahora les agradezco que se hayan acordado. Y agradezco a todos los que este año se acordaron y se dieron el tiempo de saludarme.
Quizás no lo demuestre, pero me alegra mucho saber que existo para ustedes.

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